Talca, Curicó, Cauquenes, San Clemente, Maule, Lincatén, Chanco y Rauco, fueron las comunas beneficiadas con las distintas capacitaciones que buscaron transmitir la importancia del turismo como actividad económica local, estimular el cuidado del medio ambiente, y por sobre todo, encaminar a las personas a entender el cómo aportar al turismo, desde sus puestos de trabajo o desde su calidad de ciudadanos.
Los talleres del Programa Nacional de Conciencia Turística llevan 9 años dictándose en la región del Maule, tiempo en el cual han participado carabineros, taxistas y kiosqueros, que por el servicio que prestan a la comunidad, se relacionan directamente con los turistas en sus visitas. Estudiantes de turismo y empresarios del sector, grupos protagonistas en la implementación y operación del turismo. Y además, juntas de vecinos, funcionarios municipales y escolares, que como actores sociales pueden adquirir buenas prácticas y masificarlas en su entorno.
En turismo la evaluación que se haga de un servicio depende en gran medida de la calidad de atención recibida. Si esta es buena, la percepción será positiva y probablemente se recomendará el destino. Lo mismo sucede con el trato que dan los lugareños a los turistas. Si éste es amable, ocurrirá el mismo efecto masificador. Radicando en lo anterior la importancia de esta conciencia turística.
Los talleres se complementaron con actividades como visitas a Reservas Nacionales para la observación de vegetación y especies animales, campañas de limpieza a plazas, lagos, ríos y otros atractivos, con la idea de que la conciencia turística esté presente siempre: Cuando se es anfitrión y cuando es uno mismo el que se transforma en turista.