Según unos datos que ha hecho pública la la IGLTA (Asociación Internacional de Turismo de Gays y Lesbianas, por sus siglas en inglés) los turistas homosexuales gastan entre un 60% y un 70% más que el resto y su estadía promedia el doble.
Y según informó hace un tiempo la agencia DPA de Alemania la crisis global no ha afectado al avance del turismo homosexual, ya que mientras el mercado se contrae, el segmento diseñado a medida de gays y lesbianas supuestamente sigue inmune e incluso crece.
Esta realidad se repite en sudamérica, así lo comentó, Pablo De Luca, presidente de la Cámara de Comercio Gay Lésbica Argentina. Según De Luca, en Buenos Aires las estadísticas indican que el turista gay deja en promedio un 15% más de gasto que el heterosexual. Por eso ahora el objetivo es que “haya un derrame hacia otras ciudades del interior del país”, sostiene
El hecho que un visitante homosexual tenga más capacidad de gasto que otro heterosexual se explica, entre otras razones, en que los primeros no tienen gastos en hijos, a menos que adopten. Sin embargo, esto último ocurre por lo general después de los 40 años, ya que los trámites siempre resultan muy engorrosos.
Cabe destacar que la idea de turismo homosexual se ha trabajado también en Colombia y en Uruguay. Autoridades de esta última nación han asegurado que «históricamente han amparado la diversidad».