Pareciera ser que el turismo es intocable en Egipto. Y es que si bien aquella nación ha vivido en total incertidumbre social y política -desde que Mubarak dejara el poder a principios de 2011, luego de casi 30 años -el sector saca cuenta alegres. Así lo asegurán las actuales autoridades. «Nada afectará al turismo de playa. Estamos reforzando, incluso aumentando, las capacidades y los servicios que se ofrece a nuestros clientes que vienen a nuestras playas», explicó el ministro del ramo, Hisham Zaazou, según consignó el medio español eleconomista.es.
Según Zaazou, Egipto espera aumentar el número de visitantes de los 12 millones previstos para 2012 a 15 millones en 2013, una cifra que igualaría el número alcanzado en 2010 cuando aún no se vivian las revueltas políticas.
Más a largo plazo, el Gobierno -establecido hace menos de un mes – espera atraer a 30 millones de turistas para 2020. Para esa fecha, según el ministro, la industria debería haber generado unos ingresos de 25.000 millones de dólares al año, el doble de los 12.500 millones generados en 2010.