Generalmente en fiestas patrias existe la inquietud por rescatar la chilenidad y ofrecer a los turistas productos que identifiquen a nuestro país. Parece adecuado hablar acerca de la autenticidad de la artesanía nacional. ¿Tenemos artesanía realmente auténtica? ¿Les mostramos realmente lo mejor a nuestros turistas? ¿Hacemos todo lo posible por promover el trabajo de nuestros artesanos?
Existe una gran variedad de artesanías asociadas a las distintas regiones de Chile: Todo lo fabricado con lana de alpaca en el norte, la greda en la zona central, las maderas en el sur y los tejidos con lana de oveja en Chiloé, por poner algunos ejemplos destacados. Pero con la globalización se nota una pérdida paulatina de la identidad local en muchos lugares que son íconos para el turismo en Chile.
Sitios con gran volumen de visitas, como el mercado La Recova en La Serena, el Paseo 21 de Mayo en Valparaíso, el pueblo de Pomaire, el mercado de Angelmó en Puerto Montt, las tiendas del Parque Nacional Vicente Pérez Rosales y la plaza junto a la Municipalidad de Frutillar, son lugares que concentran ventas de artesanía. ¿Pero qué encontramos? En su mayoría, todos ofrecen tejidos con motivos andinos, hechos probablemente en Perú, pero no en lana de alpaca. A esto se suman otros objetos que ni siquiera califican como artesanía, ya que claramente son fabricados de manera masiva y tienen motivos foráneos, como los personajes de Disney.
Es una lástima que no se aprovechen mejor estos puntos para mostrar trabajo artesanal verdadero y de alta calidad. En Santiago, existen dos lugares –el pueblito Los Dominicos y el Patio Bellavista- que realmente tienen una excelente selección de artesanías nacionales. En Los Dominicos uno puede ver a los propios artesanos trabajando, mientras que las tiendas del Patio Bellavista han sido seleccionadas por una curadora experta en artesanía. La misma calle Bellavista tiene una gran cantidad de tiendas especializadas en lapislázuli, algunas con artículos de muy finas terminaciones. En Valdivia, da gusto recorrer el mercado y ver productos verdaderamente típicos de la zona.
Sin embargo, la mayoría de las empresas operadoras de turismo no llevan a sus clientes a esos sitios porque éstos no les pagan comisión por las ventas. Al contrario, prefieren llevarlos a unos locales lujosos en la zona oriente de la capital, que profitan del trabajo de pequeñas tiendas como aquellas de la calle Bellavista y recargan hasta el 300% de su valor a los objetos, para poder mantener la cadena de comisiones que pagan. Muchas veces he tenido reclamos de turistas molestos porque nadie les preguntó si querían ir a una joyería al final de su city tour y porque sentían que los estaban presionando para comprar.
Se han hecho algunos esfuerzos por promover el trabajo de alta calidad de nuestros artesanos, a través de la Fundación Artesanías de Chile que preside la Primera Dama, pero sus puntos de venta en el país aún son escasos y no se incluyen en los tours que ofrece la mayoría de las empresas de turismo.
Hace unos meses la Directora Ejecutiva de la Fundación, Dalia Haymann, participó en un intercambio con el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart), de México, un fideicomiso público del Gobierno Federal dedicado a promover la actividad artesanal del país.
Sería una buena idea “importar” este modelo a Chile y dedicar más recursos -entre Sernatur, la Fundació, las agencias de fomento y los municipios- a mejorar la calidad y la comercialización de las artesanías en nuestro país. Deberíamos sentirnos orgullosos y mostrar a nuestros visitantes lo mejor y más bello de nuestra artesanía nacional siempre, no solamente durante las Fiestas Patrias.
Periodista de la Universidad Andrés Bello y Máster en Turismo, con mención en
Ecoturismo, de James Cook University.
Hola soy una artesania que confecciono lamparas en maderas nativas y aplicaciones de pintura en vidrio, son unicas y duraderas. me gustaria saber donde puedo mostrar mis lamparas y promeverlas. Desde ya, muchas gracias