William Fabrega, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de San Pedro de Atacama, explica que «hasta ahora no ha habido cierre de establecimientos comerciales, pero las pérdidas son millonarias. Ahora, si cierran El Tatio, el 90% del turismo en San Pedro muere, porque es la ‘vedette’ de la zona». También explicó que «la comuna tiene 5 mil habitantes, y más de 4 mil viven del turismo (mucamas, camareras, empleados de restaurantes y hoteles, entre otros)».
Javier Mora, dirigente de la Asociación Gremial de Conductores y Guías Turísticos de San Pedro de Atacama, con más de 50 representados, dijo que «es una tragedia, porque San Pedro de Atacama sin El Tatio no es turístico. Somos reconocidos en el extranjero, pero no en nuestro país. La zona debería ser declarada Patrimonio de la Humanidad».
La arqueóloga Ana María Barón, presidenta del grupo «Unidos por El Tatio», empresaria turística y ex alcaldesa de la comuna, dijo que «no podemos permitir que maten los géiseres y se lleven el agua. Hace dos años advertimos de lo que pasaría a todos los sectores políticos, y nadie nos escuchó. Lo de El Tatio es un crimen, un asesinato; queremos castigos».
En las próximas horas se intensificarán las protestas por la amenaza de cierre de El Tatio ante la fumarola «artificial».
Haroldo Horta, operador turístico, anunció que «este fin de semana nos instalaremos con carpas en El Tatio hasta que la empresa solucione la contingencia, retire sus maquinarias y el Gobierno firme un acuerdo en que se comprometa a perpetuidad con la prohibición de las prospecciones en la zona».
Sandra Berna, alcaldesa de San Pedro de Atacama, sostuvo que «los géiseres hay que cuidarlos hoy, porque después no tendremos nada que mostrar a los turistas».