Diversos sectores productivos han quedado excluidos de la discusión sobre los cambios a la Ley de Pesca que favorece a los empresarios salmoneros. El sector turismo de las regiones sur australes afirman que en todo esta tramitación ha faltado un real proceso democrático para que todos los afectados puedan opinar de manera informada respecto cuál es la mejor forma de desarrollo paara las economías regionales. Acusán que los empresarios del salmón tienen «padrinos» en el palacio de gobierno y proponen un plebiscito para decidir la re-expansión de la industria del salmón. Chiloe/Aysén/PuntaArenas, 29 de Septiembre de 2009.(Ecocéanos News)– Mientras el Gobierno impone agilizar la tramitación en el Congreso del proyecto que modifica la Ley de Pesca y Acuicultura, en las regiones suraustrales aumenta el rechazo a esta iniciativa por parte de otros sectores productivos que se verán afectados por la creación de los barrios salmoneros y no ven con buenos ojos el hipotecar bienes nacionales de uso público, como son las concesiones acuicolas.
A la fuerte oposición de la pesca artesanal y asociaciones de mitilicultores, se sumó el sector turismo de las Regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes.
Desde Chiloé, Fernando Claude, operario de turismo de Ancud, dijo a Ecoceanos News que “el solo hecho de ceder, negociar o privatizar el patrimonio de todos los chilenos y nuestra soberanía debería estar sujeto a plebiscito o votación popular”. Mientras Ronadl Pfeil, de la Región de Aysén expresó que la ciudadanía está siendo «engañada porque» no solo se concesionan zonas marinas porque «no se menciona que también se concesiona una extensa superficie de terrenos». Y desde Magallanes el gerente del Cluster de Turismo, José Vera Giusti, afirmó que en la re-expansión de la industria salmonera «colisionan poderosos (intereses) con padrinos en La Moneda, contra miles de pequeños y micro empresarios».
UN PLEBISCITO RECHAZARÍA EXPANSIÓN SALMONERA
Fernando Claude precisó que “los mares, ríos, bosques y todo el patrimonio natural de nuestro país y sus derechos no pueden ni deben cederse en ninguna circunstancia ni menos pasar a manos extranjeras, a menos que sea con el acuerdo de todos los chilenos en una votación democrática que así lo permita”.
“Que nuestros legisladores propongan algo así me parece que iría en contra del sentir de quienes le dieron su voto libremente. No me cabe la menor duda que si estos temas fueran consultados en plebiscitos la respuesta seria un rotundo no”, aseguró.
Respecto al empleo, Claude afirmó que no se ha tomado en cuenta el potencial de generación de fuentes laborales por parte del turismo. “Me parece una tremenda falta de visión por parte de las autoridades involucradas, ya que hoy el turismo en Chiloé está absorbiendo parte del desempleo dejado con el retiro de las salmoneras, y esto debería ir en aumento. La realidad es que todos los sectores tienen algo que decir en este tema, no nos olvidemos que es el Mar de Chile y de TODOS los chilenos.
Lamentó que “los espacios que existen actualmente permiten opinar – pero lamentablemente cuando las decisiones ya están tomadas. La realidad es que la “sociabilización” de los proyectos en la realidad no es más que una acción meramente informativa pero no resolutiva”.
NO SE TOMA EN CUENTA OCUPACIONES EN TIERRA
Por su parte, Ronald Pfeil, operador de turismo de Puerto Cisnes, Región de Aysén, dijo a Ecoceanos News que “me parece increíble que se este vulnerando el patrimonio de todos los chilenos al concesionar 514.891 hectáreas de aguas en Isla Magdalena, Región de Aysén. 247.815 corresponde a concesión de aguas y 267.076 a tierras aledañas. Esta enorme superficie corresponde más o menos a 1/3 de la Región Metropolitana, o expresado de otra forma, a un 5% del territorio de la XI Región”.
“Una vez mas la opinión publica es engañada al no mencionar que también se concesiona una extensa superficie de terrenos, y al no proporcionar datos precisos y comprensibles de la enorme superficie en cuestión. Me parece desquiciado y peligroso entregar esta enorme superficie de tierra y agua a una industria insustentable que colapsó gracias a su irresponsabilidad y avaricia y a la patética incapacidad de las autoridades para fiscalizarla”, señaló el empresario de Turismo.
Pfeil agregó que “ambos actores han causado una masiva cesantía, un vergonzoso basural medioambiental y un desprestigio internacional por el uso indiscriminado de antibióticos, matanzas de lobos marinos, basurales tóxicos, contaminación del fondo marino y playas, destrucción de riberas, etc.”.
El operador turístico de Puerto Cisnes afirmó que “en ninguna parte se señala que la acuicultura no debe interferir con otras actividades como el turismo. En manos de estas mismas autoridades negligentes, quedara la fiscalización de los nebulosos resguardos que contempla el proyecto. Dichos resguardos son vagos, de escasa utilidad y susceptibles a múltiples interpretaciones”.
“Tampoco se considera los lugares y distancias mínimas en que esta actividad se puede instalar, a desembocaduras de ríos, en fiordos angostos, frente a lodges de pesca, frente a loberas, en medio de vías de acceso a propiedades ribereñas, etc”.
PADRINOS EN LA MONEDA
En tanto el gerente del Cluster de Turismo de la Región de Magallanes, José Vera Giusti, dijo a Ecoceanos News que “el problema de fondo radica en que el Estado, en connivencia con los privados de la industria y con la banca, propone crear un mecanismo cuyo sólo objetivo es resolver los problemas que la propia industria se creó, producto de su avaricia descomedida y de la irresponsabilidad extrema con que trataron las advertencias reiteradas sobre los riesgos sanitarios que generaba su esquema productivo”.
“En su diseño, no se considera más que la opinión e intereses de la industria salmonera, sin atención alguna a los intereses de pescadores artesanales, de la industria del turismo, ni de los propios trabajadores que contrata”, afirmó Vera Giusti.
Además, agregó que “se ignoran por completo las opciones estratégicas de desarrollo que han tomado las regiones que se verán afectadas por la re-expansión de la industria salmonera, comprometidas por la incompatibilidad entre salmonicultura masiva y el turismo de intereses especiales, como en el caso de Magallanes”.
También, “facilita la entrega de miles de millones de pesos para rescatar a una industria transnacional que ofrece empleos de baja calificación, de alto riesgo e inestabilidad, amenazando en el proceso a las propias mipymes que declara querer privilegiar”.
El economista Vera Giusti aseguró que “a la discusión del Proyecto de Ley deberían haber sido invitados representantes del turismo y organizaciones comunitarias eso sí debidamente informadas con antelación de los riesgos de la industria para deliberar con seriedad y fundamento sobre el tema. Sin grandes esperanzas respecto de la voluntad o capacidad del Gobierno para hacer respetar procesos ciudadanos en que colisionan poderosos con padrinos en La Moneda, contra miles de pequeños y microempresarios, creo sin embargo que por la salud mental de todos quienes vivimos en este país, estas situaciones deben denunciarse y se debe insistir en el respeto a los procesos democráticos”.
Fuente: Ecoceanos