En días que todo Chile recuerda la tragedia del maremoto y terremoto que afectó la zona central en 2010, muchos olvidan que Palena, la comuna más austral de la región de Los Lagos, también enfrentó una tragedia similar, aunque a costa de la violenta erupción del volcán Chaiten.
A tres años de aquella desventura, sus habitantes dicen seguir sintiéndose olvidados de las autoridades de gobierno, y haber tenido que hacer frente a este aislamiento con ideas e iniciativas propias, las que en su mayoría apuntan al desarrollo del turismo.
A meses que el volcán cubriera a Palena de cenizas y luego lava, y como si fuera poco el río arrasara con todo a su paso, las autoridades municipales decidieron volver a la zona y reconstruir. Lo hicieron dando un giro rotundo al diseño de la comuna, levantando hogares e inmuebles con un nuevo estilo arquitectónico y fijando alianzas con las ciudades del otro lado de la cordillera, en desmedro de la capital de la región: Puerto Montt.
Ese hermoseamiento arquitectónico y sus vinculaciones con otras localidades no tienen otro fin más que atraer visitantes a una zona de enorme potencial de naturaleza prístina y transformarse en la puerta de la Patagonia chilena.
Dando el paso…
Preparándose para ese objetivo, Palena hoy muestra hermosas viviendas, edificios y espacios públicos bien ornamentados y hasta a aumentado su capacidad hotelera que esta temporada se triplicó, pasando de 60 camas a más de 200.
Por otra parte, a la zona siguen llegando nuevos hostales, cabañas y restaurantes con instalaciones de primer nivel, y un excelente menú para todas las estaciones del año. La idea es que el turismo y la gastronomía vayan de la mano para atraer cada vez más turistas, y mejor aún si son del otro lado de Los Andes.
Todas estas transformaciones han permitido, a juicio del director regional de Sernatur, Fernando Ortuzar, que “Palena se transforme en la provincia con mayor desarrollo turístico en la zona del denominado territorio Patagonia Verde, declarando su vocación turística y sus esfuerzos en reacondicionar la ciudad para atender y hacer más amable la estadía del visitante, dando grandes frutos. De hecho, para las próximas temporada debiese consagrarla como punto ineludible en el recorrido por la carretera austral”.