¡En lugar de ir a la playa haga turismo cultural!

Existen dos formas muy típicas y clásicas de hacer turismo. Una es llegar a una ciudad que, por ejemplo, posee playa –La Serena, Viña del Mar o Iquique quizás–y limitarse a nada o a tomar sol. La otra opción es invertir un poco más y salir al extranjero o irse a una región extrema del país. Todo al alero de los guías y paquetes turísticos que entregan información y conocimientos parcelados y segmentados.

¿Existe entonces una opción más real y conocer una cultura determinada? Según Marcela Torres, máster en Turismo, con mención en Ecoturismo, de James Cook University, la respuesta en sí.

“No hay nada como empaparse de la cultura local de un destino y empaparse fuera de las rutas tradicionales”, comentó Torres.

¿Qué les gusta a los turistas?

Torres trabajó varios años en distintos operadores receptivos. Agregó que lo primero que aprendió –y esto fue una de las razones por la cual se dedica ahora a los tours de turismo local – fue que la mayoría de los turistas se molestaban cuando los llevaban a una joyería lujosa al finalizar su city tour, porque se daban cuenta que los precios estaban sobrecargados y se sentían presionados a comprar.

“La empresa que nos contrataba nos obligaba a llevarlos, pero como nosotras teníamos que enfrentar a los clientes enojados, comenzamos a preguntarles antes de ir a la tienda si querían visitarla o no. La mayoría decía que no y nos dimos cuenta que preferían visitar un mercado donde compraba la gente local y donde pudieran ver al artesano trabajando”.

A lo anterior se suman algunos deseos de los turistas, los cuales  parecen impensados. Por ejemplo, trasladarse en metro. «Nos encanta llevar a los visitantes a recorrer Santiago en el Metro y a ellos les gusta tener la sensación de cómo se traslada la gente por la ciudad –incluso si es en un carro lleno a la hora punta- y hacer cosas que hace la gente local”, finalizó Torres.