Inicio 29 de junio de 2012

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Turismo Receptivo y herramientas laborales ...

Turismo Receptivo y herramientas laborales


Es menester desarrollar habilidades efectivas, eficientes, pertinentes y motivadoras. Habilidades que han de ser alimentadas con contenidos que permitan exponer con propiedad el gran producto que es Chile.

Se entiende por turismo receptivo a la llegada de extranjeros a un destino determinado. Desde el análisis puramente económico es lo que más conviene al sector. Significa la entrada de divisas frescas, la generación de múltiples fuentes laborales y el ingreso, indirecto, para el Estado en pago de impuestos y amortización del desempleo estacional.

El año recién pasado, el ministro de Economía Fomento y Turismo, Pablo Longueira recibió en el aeropuerto al turista receptivo número tres millones. Cifra reveladora de como el sector ha crecido desde el advenimiento de la democracia, situación coyuntural que no es baladí pues, significó que para muchos extranjeros Chile se transformase en un destino posible.

Es sabido que Chile cuenta con una diversidad de paisajes y atractivos como materia prima para el desarrollo del turismo. Somos un país que de norte a sur ofrece, al menos, tres experiencias bien extremas; de este a oeste cuatro franjas que ofrecen alternativas casi en contraposición; por un lado, la altitud vertiginosa de los Andes y en el opuesto, el desafío de un Pacifico generoso en frutos de mar y veleidoso en temperaturas y oleajes.

Si ampliamos el análisis hacia lo socio-cultural, el turismo receptivo se abre como una posibilidad – no común en otros sectores- de exponer, informar y salvaguardar el patrimonio cultural de la nación.

En efecto, el turismo es un medio efectivo para difundir y agregar un valor específico a cada una de las manifestaciones que identifican a las comunidades receptoras. Aparejado a esto último, se produce una estimulación en las comunidades locales por hacer respetar y valorar aquello que se considera como único y propio. Nos referimos a patrones culturales, a legado histórico, a tradiciones gastronómicas, a formas de ver y entender la existencia de los grupos humanos locales.

En lo social, se produce el encuentro enriquecedor de dos grupos: por un lado, quien recibe y por el otro, quien visita. Este encuentro es tan vital que permite la transmisión de valores, de inquietudes, de intenciones que conlleva a cambios potentes de vida. En este escenario, es ineludible preguntarse si lo estamos haciendo bien e, incluso, si estamos preparados para hacerlo bien.

Responder esta pregunta ofrece dos caminos: analizar de qué disponemos o tabular los necesarios mínimos. En esta reflexión tomaremos la segunda opción. Es urgente generar e interiorizar un concepto diferenciador de servicio, entender que estamos en presencia de un sector económico sensible a lo externo y a lo interno. Esto nos pone en misión de definir estándares de servicio que sean coherentes con las características del destino que somos.

Un defecto inadmisible para el turismo, es la excusa permanente: el servicio no acepta disculpas. Cuando lo que se pretende es satisfacer expectativas, no nos podemos permitir transmitir deficiencias, carencias, incompetencias. Tarea urgente para quienes formamos en turismo es desarrollar un concepto de servicio que de sentido al destino y que justifique el desplazamiento de nuestro pasajero.

Tan vital como lo anterior, son las competencias comunicacionales. Vamos a ampliar el radio y no sólo vamos a pensar en el manejo eficiente de idiomas extranjeros. Nadie puede tener dudas de que el inglés es un mínimo exigible. El verdadero aporte es dominar más de dos idiomas. Pero, no se agota ahí. Las competencias comunicacionales tienen que ver con habilidades para llegar al turista, para motivarlo, para incentivarlo, para hacerle consumir el país. La locuacidad del chileno, a veces, nos confunde y nos hace pensar que está resuelto.

Lamentablemente no es así. Es menester desarrollar habilidades efectivas, eficientes, pertinentes y motivadoras. Habilidades que han de ser alimentadas con contenidos que permitan exponer con propiedad el gran producto Chile. Hemos avanzado, pero el desafío crece y no podemos quedarnos atrás, porque la competencia de destinos cercanos es agresiva y está consciente de lo sensible que es la actividad. Hacer crecer, consolidar y proyectar el turismo receptivo pasa, definitivamente, por mejorar las bases de nuestra capacidad de anfitriones.

Jorge López Guevara
Técnico en turismo, profesor de estado, magíster en gestión.
Docente IP. Culinary, Director de capacitación TURISTIK


Por Lector Turismo
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