Charla entrega elementos y consejos para posicionar su firma en internet

En una nueva charla organizada por Alumni –centro de ex alumnos de la Universidad Andrés Bello –y News Holding, empresa de comunicaciones para nichos emergentes, se analizaron las oportunidades que genera internet como plataforma para proyectar y publicitar un determinado emprendimiento del sector turismo o de alguna otra área.

El expositor fue Pablo González, periodista y creador de la empresa Mentalidad Web, la cual se dedica a posicionar en la red una determinada firma. ¿De qué manera? Usando los buscadores a favor de usuarios.

La importancia de Google

Google es de los buscadores más amigables y populares. Esta plataforma –dentro de una arista básica que es conveniente mencionar –funciona a través de palabras o frases claves: «cuáles son las medidas del gobierno»; «demandas en educación + Camila Vellejo». Son ejemplos claros usados por cualquier usuario, sea nuevo o con experiencia, para encontrar información nueva. Usar el signo «más» y ser concretos acota siempre las búsquedas.

Otro punto que González resaltó fue la relación directa que existe entre los resultados de búsqueda y los productos y/o servicios que se ofrecen. “Si mi oferta radica en algo más bien atípico, como pueden ser las maquinarias agrícolas, es seguro que necesitaré menos respaldo de posicionamiento web que si vendo productos de belleza femeninos. Esto último es muy vasto y genérico. Requiere de más elementos diferenciadores en internet”, señaló el experto.

Aprovechando una herramienta popular

Siempre es bueno contactarse con potenciales clientes. Y uno de los elemntos más populares es el mail comercial. Son esos mensajes que generalmente están en el último lugar de prioridades, ya sea por engorroso, poco claro o porque lisa y llanamente quita tiempo.

Sin embargo, el hecho de que –por poner una cifra ficticia, pero a su vez factible –a 300 personas les llegue al mismo tiempo publicidad de mi empresa no deja de ser atractivo. Simplemente, hay que saber ser minucioso en los detalles.

“Hay que escribirle a un cliente con nombre y apellido; no a un grupo en particular. Hay que segmentar el público; ofrecer datos que me reconozcan como empresa, que se sepa quien soy; qué pretendo y que se deje en claro cuáles son los eventuales beneficios para ambas partes”, dijo González, agregando que el concepto de “un cliente en mil», no es ganar uno es perder «999”.

Lo último radica en que si una empresa dentro de mil se entusiasma con un mail comercial -siendo este último un elemento hecho sin características propias y carentes de la estrategia mencionada –estamos frente a un cliente que necesitaba algo con urgencia, no frente a alguien que se enamoró de un producto.

En ese caso, agregó González “perdemos 999 clientes más que ganar uno. Estaríamos generando una mala experiencia en un vasto universo y una relativamente buena sólo en una persona”.