A 27 días del accidente, la empresa Geotérmica del Norte logró controlar ayer la emanación de la columna de vapor y agua de 60 metros de altura en la zona de los géiseres del Tatio, en la II Región. El hecho se produjo cuatro días después de que el Ministerio Público abriera una investigación por el accidente, que generó críticas de organizaciones turísticas y ambientales que plantearon que las faenas afectan un sitio de alto valor natural.
La fuga desde el pozo número 10 del ex campamento de la Corfo comenzó el 8 de septiembre pasado y se detuvo ayer a las 15.40 horas. La compañía no había podido mitigarlo, pese a la inyección de agua a alta presión (ver recuadro). Mediante un comunicado, la compañía (controlada en un 51% por Enel; en un 44% por Enap y Codelco, con un 5%) anunció que a partir de ahora, con el escape controlado, se podrán establecer las causas del accidente, las que deberán ser informadas a la autoridad para establecer sanciones.
El intendente de la II Región, Cristián Rodríguez, planteó que a pesar del control del evento, el proceso sancionatorio de la Corema de Antofagasta continuará. «Como gobierno regional lo que vamos a hacer es supervisar que efectivamente ese control (de la fuga) sea definitivo. Por lo tanto, nos tranquiliza, pero vamos a supervisar las obras», afirmó.
INVESTIGACION
El Ministerio Público abrió una investigación por oficio para determinar un eventual delito ambiental relacionado con el accidente, debido a las exploraciones a 1,5 kilómetro de los géiseres del Tatio.
El fiscal jefe de Calama, Cristián Aliaga, explicó a La Tercera que la causa se inició el jueves pasado y que se iniciaron los peritajes para establecer posibles responsabilidades de la empresa. Agregó que también se indagará si estos trabajos afectan algún derecho de las comunidades indígenas que administran el campo geotérmico.
El prefecto jefe de la Bidema de la Policía de Investigaciones, Luis Nieto, sostuvo que los investigadores (entre ellos geógrafos) subieron ayer a la zona. Anunció que serán interrogados técnicos y, eventualmente, ejecutivos de la empresa.
Ana María Barón, dirigenta de «Unidos por El Tatio», sostuvo que «es positivo que esto se detenga. Pero nosotros queremos que nunca más trabajen allí». Esta semana las organizaciones anunciaron que presentarán acciones legales.
El sitio donde se produjo el evento fue considerado por la Conaf para declararlo parque nacional, iniciativa que no fue acogida.
Fuente: Oriana Fernández y Javiera Herrera