Inicio 14 de marzo de 2011

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¿Peligro Letal? ...

¿Peligro Letal?


Rodrigo Cerda, Director General del CFT del Medio Ambiente, IDMA, se muestra preocupado por las consecuencias del incendio que afectó a una central nuclear japonesa -tras el terremoto que sacudió a dicha nación- y abre el debate de la necesidad de contar con dicho sistema energético en Chile.

La catástrofe en Japón, inevitablemente levanta una fatal interrogante: ¿cuáles serán las repercusiones del incendio en la central nuclear de Fukushima y la situación de emergencia por las más de cincuenta plantas en el país?

La magnitud ha enfatizado otros focos de la tragedia, pero hablar de un país sísmico que debe su generación de energía a plantas nucleares nos recuerda la importancia que tiene el desarrollo de energías limpias.

Pese a los avances de la tecnología en el siglo XXI, está claro que la energía nuclear siempre implica un riesgo: en España hubo 66 incidentes en 2010, por ejemplo, pero los alcances en situación de crisis -como las del 11/3 Japón- son todavía peores.

Si adelantamos escenarios, la fuga radioactiva podría generar terribles estragos en toda la población. Para hacerse una idea, Chernobyl emitió una radiación 500 veces mayor que la liberada por la bomba atómica de Hiroshima, la cual se extendió a diversos países europeos.

La explosión causó la muerte directa de 31 personas, más de 100 presentaron síntomas del Síndrome de Irradiación Aguda (SIA), se registraron innumerables casos de cáncer y se realizaron evacuaciones sucesivas hasta completar el abandono definitivo.

En tanto, la flora desapareció a causa de la contaminación propagada a todas las regiones cercanas a la planta, conservando importantes niveles de estroncio y celsio en el suelo afectando la cadena alimenticia.

Los alcances de Chernobyl pueden llegar a ser similares en Japón si la secuela de la catástrofe sísmica detonara en algunas de sus centrales nucleares. No obstante, como sea el caso, lo urgente es que escenarios como estos nos hagan pensar en alternativas más seguras (sobre todo cuando se habla de políticas para hacer frente al actual panorama energético).

Una de ellas las tecnologías renovables, un tema del que poco se habla pero que además de no contaminar y generar residuos persistentes en el tiempo, crean autonomías locales permanentes y menor vulnerabilidad.

Desde el punto de la formación de técnicos, en Chile los hay y la energía nuclear carece de la experticia en el país, generando una doble dependencia.

Un medida limpia que, como otras, existen y son viables de implementar. Es por eso que, lejos de lamentar la tragedia en el archipiélago nipón, el llamado es a generar acciones mirando esta experiencia como un incentivo para el fomento de las energías renovables y seguras sobre todo en países sísmicos, como el nuestro.


Por Lector Turismo
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